El (todopoderoso y archiconocido) Ministro de Propaganda es un biopic que combina a la perfección imágenes reales con ficción (muy bien documentada). Una historia de la propaganda en los albores de los medios de comunicación de masas hasta hoy día, con una descontrolada, desmedida y muy peligrosa difusión de bulos (“fake news”).
Nos hace reflexionar sobre el por qué conviene informarse de varias fuentes, pensar en lo que nos están contando e indagar antes de creerse todo lo que nos cuentan. El fanático seguimiento a ciegas “por principios” ya no vale.
Dejó de valer hace ya décadas, incluso posiblemente antes de la Segunda Guerra Mundial, pero es que las cortinas de humo, exageraciones, eliminación de verdades incómodas (en este caso el temblor en la mano de Hitler, acrecentado en sus últimas semanas de vida), hacen que este terrible y oscuro hito en la historia de la Humanidad sirva, al menos, de enseñanza para no creer todo lo que vemos u oímos.
Y menos ahora, con la Inteligencia Artificial y las redes sociales. Aunque eso es otra historia. Afortunadamente, el diabólico genio Joseph Goebbels y su equipo no tenían estos medios a su alcance.
Pero el guion va más allá. No solo es un alegato en contra del uso excesiva o únicamente partidista e interesado de la propaganda, sino que también nos deja ver la hipocresía de una supuesta familia ejemplar. El comportamiento que debía tener una verdadera familia aria nacionalsocialista, cuando en realidad el mismo Joseph Goebbels estaba enamorado de Lída Baarová, una actriz checa.
También nos muestra cómo el propio doctor Goebbels era un hábil cineasta, junto a Leni Riefenstahl, de impactantes películas antisemitas para provocar el odio a los judíos (junto a otros colectivos, como los gitanos y los homosexuales). Esta colección de obras merece la pena una revisión y no dejar en el olvido. Obviamente no para ensalzarlas, como harían los dos hermanos Vinyard durante sus respectivas etapas neonazi (American History X), sino para evitar que se repita la historia. Evitar quedar atrapados en relatos que, por más fastuosos, impactantes o emotivos que se nos presenten, nos arrastren a una espiral de odio al diferente sin antes pararnos a reflexionar, como decía más arriba.
Hoy, en las guerras, vemos como los mecanismos de propaganda no han cambiado mucho. Tampoco, por desgracia, la cobertura de tragedias o escándalos de corrupción, cada líder político atendiendo más a los medios afines a su ideología y tratando de exagerar u ocultar la verdad a toda costa. Buscando controlar las fuentes de información. Ahogando el periodismo auténtico. Usando el cine, una (poderosa) herramienta educativa, de cultura y de entretenimiento para usos partidistas.
Cambiar la opinión del pueblo alemán, según el transcurso de los acontecimientos, (por más contradictorio que fuera el cambio de rumbo) era vital para contar con su apoyo y “fe ciega”.
Esto es lo importante de la obra de Joachim A. Lang, si bien pasa, como no podía ser de otra manera, por las inquinas que había entre los acérrimos seguidores de Adolf Hitler, (sobre esto recomiendo la estupenda serie El círculo maléfico de Hitler) y por el tristemente fallido atentado contra Hitler en la Guarida del Lobo. Quizá uno de los pocos por los que hay que apenarse por su fracaso. Un hecho sobre el que también han corrido ríos de tinta y rollos de celuloide.
A Contracorriente Films nos trae este viernes 29 de noviembre El Ministro de Propaganda. No es otra película de nazis o de la Segunda Guerra Mundial, sino una película muy necesaria, fascinante y aterrador a la vez, muy bien hecha tanto desde el punto de vista narrativo como visual (mérito del director y guionista Joachim Lang junto al resto del equipo técnico artístico) y de interpretación por parte de sus protagonistas, Robert Stadlober, Fritz Karl, Franziska Weisz, Sascha Göpel y Katia Fellin. Su visionado es casi obligado no solo en centros educativos, sino para profesionales de la información, publicistas e historiadores. Y también, claro está, para todo el amante del “género nazi”.
Para comentar debe estar registrado.