El Covid-19, alias Coronavirus, es de las mayores tragedias a nivel mundial en los últimos tiempos, dejando de lado -que no olvidadas ni mucho menos- las guerras por razones político-económicas, o la alarmante rapidez con la que se está desarrollando el cambio climático, más allá del ritmo y los parámetros naturales.
Pero también debería ser una oportunidad. Me explico, antes de que muchos lectores se lancen a mi yugular por decir, aparentemente, tamaña y despiadada idea.
Para empezar, los protocolos de teletrabajo, aplicados con disciplina, parecen funcionar en plena crisis sanitaria, lo que despeja y limpia el clima en muchas ciudades y países, (por ejemplo, China, trágico foco de esta ¿primera? pandemia del siglo XXI). Funcionando bien, o relativamente bien, en un escenario de semejante angustia y alarma, es fácil suponer que en un estado de normalidad van a ir a la perfección. Como si estuviéramos en la oficina o delante del cliente. Sigamos ahorrando combustible y CO2.
En lo referente a la cultura, lo que nos atañe en Beat4people, ahora estamos en la fase de explorar, aprovechando la forzada y muy recomendada cuarentena, las posibilidades de entretenimiento sano que Internet nos ofrece. Desde descubrir el mundo, en auge, de los podcasts a las series, películas o documentales en las cada vez más amplias y numerosas plataformas audiovisuales. Por no decir que entregarse al placer de la lectura o simplemente oír música.
Hay plataformas, como YouTube premium, HBO y Movistar-Lite, que abren sus contenidos, aunque sea por tiempo limitado, para hacernos más llevadero este confinamiento. Para los aficionados a las motos, MotoGP ofrece durante un mes las 10 carreras históricas gratis.
Fiction Express, una herramienta educativa, ofrece tres meses (lo que se estima que dure la cuarentena), sus servicios gratis a aquellos centros educativos que lo soliciten. Así, sus alumnos pueden seguir desarrollando la compresión lectora y cultivando el placer de la lectura en sus casas.
La Universidad Complutense abre su biblioteca, algunos autores ofrecen gratis sus libros en Amazon durante la cuarentena, etc. No hay excusas para que nos domine el aburrimiento y la desidia, cayendo en el más oscuro pesimismo.
Una vez superada esta fase, es la oportunidad de recuperar los placeres ahora “prohibidos” o muy limitados, como la experiencia colectiva en salas de cine, teatros y conciertos. Para disfrutar de experiencias inmersivas en compañía. O acudir a salas de exposiciones y mercadillos.
Pero lo más importante es, y la verdadera intención de escribir estas líneas, es el reseteo sociocultural y de nuestros hábitos, (y no solo de trabajo o de higiene mejorada).
Con el cambio de paradigma y los trabajos cada vez más tecnificados, más y mejores resultados en menos tiempo, hay que plantearse la lucha contra el sedentarismo por una parte y contra el “borreguil analfabetismo ideológico y cultural”. Por no mencionar el cambio en el mercado laboral.
La solución puede, y debería, estar en tratar de lanzar un Renacimiento Ilustrado.
Habría que hacer un esfuerzo colectivo, al menos en las zonas horarias similares, y concentrar todo el (tele)trabajo, con las mínimas reuniones presenciales posibles, en cuatro o cinco horas al día, de lunes a viernes.
Las horas restantes, además de un buen descanso nocturno, deberíamos ocuparlas entre el deporte, preferiblemente al aire libre al menos un día a la semana; a la cultura (recorrer salas de exposiciones, conciertos, cines y teatros motivando a ello desde niños como ya se empieza -o se empezaba- a hacer) y las tertulias en torno al café, la cerveza, el vino o el vermú para debatir sanamente, compartir nuevos descubrimientos, encontrar puntos en común dentro del cada vez más amplio espectro ideológico.
O viajar, cuando juntos -y gracias a la labor de sanitarios, científicos y personal de seguridad dejemos atrás esta pandemia, expandiendo horizontes.
En la enseñanza ya se están dando, afortunadamente, pasos hacia una educación más pragmática, digital y colaborativa, (Soria es un buen ejemplo de estos avances[i]).
Este Renacimiento Ilustrado debería refundar, de alguna manera, el modelo académico de la época dorada grecolatina, y los sabios orientales de antaño.
¿Por qué no aplicar estos nuevos métodos más allá de colegios, institutos y universidades? Instaurar un Humanismo Socio-Liberal, que no egocentrismo, sería complejo, pero un ideal no utópico. No imposible.
Siguiendo el noble y heroico ejemplo de los sanitarios y científicos que trabajan a destajo, al igual que el personal de las fuerzas y cuerpos de seguridad, de mercados, fruterìas, supermercados y farmacias, para que todos estemos lo mejor posible, trabajemos juntos por alcanzar, una vez superada esta crisis, este Renacimiento Ilustrado.
[i]Léase los artículos Colegio Nuestra Señora del Pilar (Soria) y Los Escolapios de Soria, entre los 50 colegios más sobresalientes.
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