El Bastardo, la nueva película coreana que A Contracorriente Films nos trae este viernes a nuestras salas, hará las delicias de los fans del “género tarantinesco”.
Una venganza, una caza (como dice su eslogan, “la caza ha comenzado”) y un festival de persecuciones en coche, tiros y peleas bien filmadas. Todo ello trufado con sus dosis de humor, principalmente gracias al extraño psicópata que parece obsesionado con Marco, un joven filipino de padre coreano (perteneciente a la minoría kopina, lo que provoca, con acierto, una sutil reflexión sobre las minorías étnicas).
Desde la IIGM ha habido varias generaciones de surcoreanos migrados a Filipinas. La comunidad kopina es importante en Filipinas, pero al parecer, para algunos en Corea es algo tabú o molesto. Mejor, como loe llegan a decir a Marco, que hablen en inglés que en coreano.
El joven Marco vive solo son su madre, muy enferma, y sin rastro de su padre, quien volvió a Corea. Esta insostenible situación le hace caer en las redes de una oscura pesadilla.
Todo arranca cuando Marco, incapaz de ganar suficiente dinero para el tratamiento de su madre, ni siquiera con los combates de boxeo ilegales en los que participa, acepta la extraña oferta de visitar a su padre en Corea del Sur. Se trata de un millonario que accede a hacerse cargo de ambos.
Sin embargo, al aterrizar en Corea, comienza una macabra sucesión de eventos que mantendrán al espectador bien atento. El triángulo de protagonistas lo cierran el peculiar psicópata asesino a sueldo (que ya en los prolegómenos del metraje ejecuta una misión implacablemente a sangre fría) y una misteriosa mujer. Dos personajes interesados en el joven Marco, que harán todo lo posible por tenerle en su poder. O quitarle de en medio.
Como secundarios de lujo, invitados a la fiesta, están el millonario surcoreano y su familia, que también saben defenderse.
Park Hoon-jung, director, guionista y productor del filme ha logrado, una vez más, realizar un vibrante largometraje, como decía al inicio, con varias espectaculares secuencias de acción y suspense hasta el final, para tratar de averiguar de qué va el juego. Tarantino no lo hubiera hecho mejor.
Un juego que nos atrapa, como a Marco, sin remedio. Sus jugadores, los actores Kim Seon-ho, Kang Tae-ju, Kim Kang-woo, Go Ah-ra y Lee Ki-young son jóvenes talentos que seguramente volveremos a ver por su talento en la gran pantalla.
Para ir abriendo boca, por si lo dicho aquí fuera poco, nada como ver el tráiler. Pasen y vean, si pueden aguantar una frenética persecución y una deliciosa, visualmente muy estética violencia.
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