Est
a es, sin duda, una de las mejores enseñanzas que se pueden sacar de Guardianes de la Noche: Kitmesu no Yaiba La Fortaleza Infinita, entre otras muchas. Permanecer inmutable de forma que se desconcierte al enemigo, que no capte nuestra “voluntad de combatir, nuestras intenciones”.
Como toda la saga, merece mucho su visionado en la gran pantalla ya solo por el espectacular detallismo en los combates (con y sin armas, pues esta vez se incluye el estilo de Karate conocido como Soryu, utilizado por el demonio Akaza, cuya dramática historia podría haberla escrito Shakespeare).
Además, entre combate y combate dentro de la angustiosa fortaleza infinita y cambiante, se va narrando de forma acertada la evolución tanto de los demonios como de los Pilares y Guardianes de la Noche.
¿Podrán nuestros héroes reunirse y vencer al gran demonio Muzan? A lo largo de esta larga noche se han desgastado, usando toda su fuerza física, mental y emocional para aplicar los diferentes katas aprendidos, pero les queda la prueba definitiva para sobrevivir. Haciendo acopio de todas sus fuerzas, impulsados por el honor y la supervivencia, Tanjiro, Zenitsu, Inosuke y Nezuko junto a otros se encaminan por fin a su destino. Para lo que estaban preparándose a lo largo de sus jóvenes vidas.
Guardianes de la Noche: Kitmesu no Yaiba La Fortaleza Infinita es, sin duda, la parte más oscura de este anime (y manga) hasta ahora, en la que hay más combates (y filosofía marcial), dejando de lado la parte más cómica (si bien la ironía está muy presente) a la que estábamos acostumbrados. Algo que concuerda, ya que los protagonistas han alcanzado su mayoría de edad, “se han graduado”, pasando a ser Pilares, encontrándose en plena lucha por sus vidas.
Los que disfrutéis con el anime, Guardianes de la Noche: Kitmesu no Yaiba La Fortaleza Infinita es una película que vais a disfrutar. Acertadamente, pese a su duración, no se ha “subdividido” en dos partes, si es que alguna vez se pensó. Esperemos que no tarde mucho en salir la continuación, porque la noche se nos puede hacer eterna entre tantos peligros.
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