Se llamaba Juan.
Comía rosas
tenía en la cara mariposas,
jugaba con las olas
y cantaba canciones esponjosas.
Sabía muchas cosas
bailaba con las sombras
y hablaba con la luna
muchas horas.
Se llamaba Juan.
Leía libros escritos
con plumas de gaviotas,
subía a la montaña
sin sus botas.
Lloraba, sollozaba,
recogía la lluvia
gota a gota,
le gustaban las musas
y sus odas.
De su casa salía por la puerta
dejaba las ventanas
siempre abiertas.
Su alma pedía paz
su cuerpo pedía pan
su mente pedía pan y paz.
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