Tom Hardy, Chiwetel Ejiofor, Juno Temple y Rhys Ifans protagonizan este bromance entre especies, que enfrenta al carismático dúo, Hardy y Venom contra una amenaza mortal del planeta natal del simbionte y que supone el broche final de esta divertida trilogía.
A lo largo de tres películas, Tom Hardy ha dado todo lo que tenía para ocupar su lugar en el Universo Marvel, desde aportar presencia y nombre a unos, y no en el mal sentido, tontorrones guiones hasta aportar un talento visto en muy escasas ocasiones en este tipo de cintas. Guion tonto en el sentido de que para que avance la trama debe sustentarse en situaciones a cada cual más absurda (El baile en Las Vegas será el mejor ejemplo), pero, siempre hay un pero, y ese es que no dejan de ser divertidas. ¿Tom Hardy conseguirá su lugar en el UCM? No lo creemos, pero no dejemos de disfrutar de sus películas por ello.
La acción es constante y ruidosa, aunque, hay que reconocerlo, bastante más desordenada que en las películas que la preceden, pero también ofrece una pátina de ternura que no encontrarás en las anteriores. Son varias las escenas en las que Eddie y Venom miran con dulzura, al menos el humano, los niños de una familia obsesionada por la ufología, lo que te hace ir intuyendo un poco el lacrimógeno final de la película. Lacrimógeno final hasta, como suele hacer Marvel, sus escenas post créditos. Ojito que hay una escena post post créditos, así que sin prisa y dejaros palomitas para el final.
En resumen, si te gustaron las anteriores películas de Venom, así como el Universo Marvel y, sobre todo, después de otra película más reciente ambientada en el Spideyverso, Venom The Last Dance te hará pasar poco más de hora y media, más los quince minutos de créditos, pegado a la butaca sin mirar la hora.
Fresón Rebelde
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