Volando juntos no solo es una gran aventura (basada en una increíble historia real) para salvar una especie, sino que es una genial epopeya tanto literal, desde el sur de Francia al Círculo Polar Ártico y vuelta, como metafórica, ya que supone el despertar del joven Thomas.
Interpretado con una asombrosa soltura por Louis Vazquez, pasa de estar pegado a las pantallas de la consola, el ordenador y su móvil a liderar una bandada de gansos en busca de una ruta migratoria segura.
Aun a riesgo de hacer spoilers, (sirva esto de advertencia a los que quieran disfrutar la película sin saber mucho más de antemano), me gustaría señalar por qué creo que va a ser una de las cinco películas que cada año elegimos en Beat4people como las mejores.
Hijo de padres separados, Christian, un científico naturalista (Jean-Paul Rove) y Paola, una exitosa empresaria (Mélanie Doutey), Thomas se vuelve adicto a los videojuegos y un tanto rebelde. En una primera secuencia, muy bien construida y descriptiva, nos muestra a Paola, desesperada porque su hijo no obedece ante la insistente llamada a cenar, desenchufando la consola. Conectándole, simbólicamente, con la vida real.
El enfado de Thomas se vuelve mayor cuando le dice que ese verano lo tendrá que pasar con su padre, en la campiña.
Apático y horrorizado al inicio ante la falta de Internet, la casi completa ausencia de cobertura y la aparente ridiculez de los experimentos de su padre, poco a poco la curiosidad (y el aburrimiento) le hacen indagar en lo el granero. Y en la biblioteca. Ahí descubre un libro muy especial, Los viajes de Nils Holgersson. Esto nos recuerda a otra mítica película generacional, La princesa prometida (The Princess Bride) o el libro La historia interminable (The Neverending Story). Los tres muestran cómo las páginas pueden despertar la imaginación y llevar a los lectores a vivir fantásticas aventuras.
Pero, a diferencia de estas geniales obras, este libro lleva a Thomas a una aventura en la vida real. El punto de partida, el desencadenante, es cuando Thomas decide hacer un experimento por su cuenta. Una trastada, más bien. No se le ocurre otra cosa más que poner sus auriculares de música en uno de los huevos de ganso que su padre tiene en una incubadora. Al poco empiezan a resquebrajarse y, asustado, pensando que la ha liado, va corriendo a avisar a su padre.
Lejos de enfadarse, éste le hace vestirse como él mismo. Con un traje de saya por encima, y una gorra, para camuflar su figura humana y presenciar el nacimiento de los gansos.
Lo que al principio desdeña el joven Thomas, pronto se tornará en un lazo entre él y las crías. Se desvive, en unas secuencias entre enternecedoras y divertidas, por enseñarles a seguirle, metiéndose en una charca con las crías e incluso a dormir con ellos en el establo.
Rompiendo algunas reglas, como en ocasiones es necesario hacer, Thomas, Christian y un amigo de éste llevan a los gansos enjaulados hasta el norte de Noruega viajando en una destartalada furgoneta. Christian pretende que reconozcan esa zona como su tierra, para luego enseñarles la ruta migratoria hasta las marismas del sur de Francia, volando junto a ellos en el ultraligero.
Sin embargo, cuando un incidente con los guardas forestales pone en peligro la misión, Thomas no duda en arriesgarse por los gansos. Tomando la iniciativa, despega solo en el ultraligero y, seguido inmediata e incondicionalmente por los gansos, inicia una travesía que pronto se viraliza en YouTube, con un importante eco en las noticias, gracias a los vídeos que le hacen ahí por donde pasa.
Todos quieren ayudar al “chico de los gansos” en su épico, y no exento de peligros, viaje que no solo culmina con la salvación de una especie sino que vuelve a unir a unos padres que pasan de la angustia a la admiración por su hijo. Un viaje que nos deja asombrosos planos aéreos, como en su día hizo el extraordinario documental Nómadas del viento.
Al igual que en su día fue la exitosa saga Liberad a Willy (Free Willy), seguro que Volando juntos, que llega el próximo 31 de enero a España precedida de un arrollador éxito en Francia, tendrá muchas posibilidades de volverse, como los otros títulos mencionados, inmortal. Imborrable en las retinas y memorias de los espectadores.
Para comentar debe estar registrado.