Hoy llega a nuestros cines La hija oscura, protagonizada por Olivia Colman, (quien ya nos deslumbró, junto a Anthony Hopkins, en El padre). Esta vez, muy bien acompañada por Dakota Jonhson, Jessie Buckley y, en un gran papel secundario, Ed Harris, entre otros.

Olivia se mete en el complejo papel de Leda, una madre que, al poco de sentirse libreada cuando sus dos hijas se mudan a vivir con el padre, en Toronto, decide tomarse unas vacaciones en Grecia.

Si bien en el libro original (y homónimo) de la exitosa (y, a la vez, bastante desconocida) Elena Ferrante se nos dan más detalles sobre esta situación previa de cautividad y estrés en la que estaba inmersa Leda, la guionista y directora Maggie Gyllenhaal nos mete de lleno en la llegada de Leda al pequeño apartamento que ha alquilado en la costa del pequeño pueblo griego.

Pese a la desasosegada llegada, Leda no tarda en encontrar una apacible rutina hasta que la llegada de una numerosa y ruidosa familia napolitana rompe todo. Especialmente Nina (Dakota Johnson) y la estrecha relación que tiene con su hija Elena (Athena Martin).

No es tanto los bruscos y ruidosos modales de esta numerosa familia napolitana, sino Nina y Elena, quienes no parecen pertenecer a la familia, y su afectuosa relación madre-hija lo que “trastoca” la psique de Leda, dando lugar a un filme que hay que degustar con paciencia y donde, pese a la luminosidad del bello paisaje heleno, abundarán las sombras. Las tinieblas de los remordimientos y resentimientos de una madre que, sin duda, harán las delicias de los amantes de este género.

Gyllenhaal lo aborda muy bien cuando habla sobre el origen de la película y, más concretamente, sobre su (acertada) visión del personaje de Leda: <<“Cuando leí la novela ‘La Hija Oscura’, me llegó algo muy extraño y doloroso, pero también innegablemente cierto. Una parte secreta de mi experiencia como madre, como amante, como mujer en el mundo, se estaba expresando en voz alta por primera vez. Y pensé en lo emocionante y peligroso que es crear una experiencia así, no en silencio y a solas con un libro, sino en una sala llena de gente que vive y siente.

¿Qué se sentiría al sentarse junto a su propia madre, marido, hija o esposa mientras se exponen sentimientos y experiencias comunes que se han mantenido ocultos? Por supuesto, hay un terror y un peligro en relacionarse con alguien que lucha por cosas que nos han dicho que son vergonzosas o feas. Pero cuando esas experiencias se exponen en la pantalla también existe la oportunidad de sentirse reconfortado: si alguien más tiene estos pensamientos y sentimientos, tal vez no estoy sola. Esta es una parte de nuestra experiencia que sólo se articula en raras ocasiones, y sobre todo a través de la aberración, la disyuntiva o el sueño”. (…)

También sabía dos cosas importantes sobre Leda: Una, no puede estar loca. Si está loca, hemos visto esa película y todo el mundo dice “Oh, mira esa mala madre que está tan loca. Gracias a Dios que yo soy buena como madre”.

Lo cual no es el tema que quería abordar. Y dos, la película es oscura y tiene aspectos dolorosos y ella es una persona dura, dura para superar el paso del tiempo, así que también sentí que era importante que fuera maravillosa, divertida y humana. Así que se lo pedí a Olivia (Colman) y dijo que sí. Siempre supe que iba a ser genial. No tenía ninguna duda (…)>>.

THE LOST DAUGHTER. (L-R) DAKOTA JOHNSON as NINA, ATHENA MARTIN as ELENA. CR: COURTESY OF NETFLIX

@EduVicu

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