Mañana viernes 10 de mayo, apenas una semana después del Día de la Madre, A Contracorriente Films nos trae a nuestras pantallas la nueva obra de Alejandro Monteverde, otra historia real igual de potente que su último gran éxito, Sound of Freedom. Una película acertadamente incluida en el ciclo de obras Cine que Inspira.
En esta ocasión, Alejandro, de nuevo junto a Angel Studios, nos cuenta otra historia poco conocida, al menos a este lado del charco. La de Madre Cabrini, la primera santa estadounidense, y patrona de los inmigrantes. Una mujer italiana adelantada a su tiempo, impulsora no solo del verdadero feminismo sino del mayor emprendimiento jamás visto. La mayor red de hospitales y centros educativos que, a día de hoy, sigue existiendo. Todo logrado a base de una tenacidad incansable, sobreponiéndose a negativas del Papa, del Senado italiano y de las autoridades o la alta sociedad neoyorkinas casi hasta el final, cuando la ayuda de un periodista del New York Times destapa las vergüenzas de la que empezaba a ser la Gran Manzana.
Unas interpretaciones absolutamente creíbles, portentosas, más un minucioso trabajo de fotografía y diseño de producción completan los ingredientes para hacer de Una mujer italiana merecedora de disfrutarse en la gran pantalla. El filme está lleno de imágenes poderosas, cuadros dignos de los maestros del arte con metáforas (entre las que destacan ver las siluetas del traslado de un féretro en carromato al otro lado de un túnel, el rostro de Madre Cabrini rodeado del marco de un espejo, como un vaticinio de su canonización o verla consolada por un niño tras la muerte de otro).
Una historia inmortal que parece salida del pincel de Caravaggio o de la pluma de Charles Dickens. Un largometraje que demuestra que Alejandro Monteverde tiene una larga y prometedora carrera cinematográfica con muchas historias para seguir emocionándonos y, sobre todo, provocando una profunda reflexión.
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