El paso de la ficción a la realidad no siempre es peligroso, ni mucho menos. Hay muchos casos, como fábulas o historias emotivos, de superación, que cuando se convierten en realidad o dan ese salto, causan admiración y mucha alegría.
Pero en esta ocasión, Villanos: cuando la ficción se vuelve realidad, es algo tenebroso.
Es adentrarse, con todo lujo de detalles como su autor, “Entidad Oscura(Of)”, nos tiene acostumbrados a los oyentes de su podcast Los Hilos de la Tramoya, en lo peor del ser humano. Cuando la entretenida, emocionante y vibrante ficción hace mella en las personas rotas mentalmente por su entorno, por sus circunstancias, vivencias (o un cóctel de los tres factores) y se convierte en una inhumana, despiadada y feroz máquina de matar.
Alguien que me merece y debe estar encerrada de por vida porque difícilmente tendrá salvación. Por no decir que es imposible su redención. Otra cosa es que en su reclusión en una cárcel o psiquiátrico penitenciario escriba o divulgue reflexiones sobre sus actos, pero no por ello debemos considerarlos (a los pocos que lo hacen) rehabilitados.
El Joker, El coleccionista, Matrix, Scream o Slender Man (personaje surgido por el usuario del foro Something Awful Eric Knuds para un concurso de relatos de terror) son algunos de los casos que nos va desgranando, como decía con todo lujo de detalles tras una minuciosa investigación.
Para los que hemos disfrutado (o disfrutamos, porque espero -aunque soy consciente del trabajo que cada episodio lleva- que vuelva a las ondas) el podcast, al leer estas páginas en la semioscuridad de la habitación nos resuena su metalizada voz con la que narraba los sorprendentes, maquiavélicos y/o enigmáticos episodios tramoyanos.
Adolescentes abandonados, cineastas perturbados y, en definitiva, gente sádica sin remedio (ni perdón, al menos terrenal) circulan por las páginas de esta obra, muy recomendada para criminólogos (profesionales o aficionados), educadores, sociólogos, psicólogos y todo aquel que sienta interés por la mente humana.
Por último, es de agradecer que Villanos: cuando la ficción se vuelve realidad no culpa a videojuegos (como Doom o Grand Theft Auto, por más violentos que estos sean) o películas. Afortunadamente poco tienen que ver, ya que sino habría millones de malvados por nuestras calles. Es, más bien, la mala suerte que estas obras de entretenimiento (y cultura) caen en manos de gente mentalmente desestabilizada. Son la chispa que prende una mecha que ya estaba “activada”.
Entra y sumérgete en tenebrosas investigaciones ya que, como bien dice el gran “cronista del mal” Paco Pérez Caballero, debemos estar prevenidos ante la maldad que nos acecha.
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