Dábamos la bienvenida al mes de abril con el debut de Playa Cuberris en la mítica Sala El Sol madrileña, enarbolando la frescura de su rock como bandera y con maletas repletas de ilusión a las espaldas. Y, en su capacidad para transmitir esa ganas y pujanza al público presente, nació el secreto de una actuación ejemplar.
Un directo poderoso, visceral, con la enérgica y versátil voz de Peto Girón alzándose de entre un intenso y frondoso bosque musical, mezcla de rock y punk y salpicado a arreones con ciertos toques de folk.
La totalidad de su recién nacido segundo trabajo (Entrar a matar) se personó en la cita, con canciones como «Viernes verdes», «Grifo y Gas», «El rey de la ciudad» o «El blues de la nevera» mostrando la riqueza del disco. Un desfile infinito de colaboraciones en pleno delirio rockero, para cerrar encendiendo a los presentes con «Luces de neón». Mantener los pies en el suelo era ya una utopía a esas alturas de la película…
Playa Cuberris incendió la sala que toma su nombre del astro rey, desatando deflagraciones ante las que bailar y corear eran los únicos estintores posibles.
@Juanlu_num7
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