La nueva miniserie de RTVE, La Ley del Mar, (basada en hechos reales), es una apuesta valiente, muy bien realizada y con un mensaje humano que espero despierte conciencias y sea un empujón decisivo en la dirección correcta hacia solucionar el terrible drama humanitario de las migraciones, dejando al margen buenismos, prejuicios e ideologías políticas. Es decir, organizar un debate sereno y con expertos cualificados.
Unas migraciones ilegales, pero también, como se explica en la serie, forzosas. Porque nadie, como dicen los protagonistas de esta historia, se embarca en esos peligrosos viajes por placer. Cada uno tiene sus motivos. Unos huyen de las guerras enquistadas (cuyos motivos se remontan a la descolonización descontrolada); otros por pobreza extrema y otros por persecuciones debido a su orientación sexual o para evitar casamientos forzosos.
Pero La ley del Mar va más allá de lo que sucedió. Entre medias se van hilando tramas, (dramas), personales que todos van superando a raíz del drama del que, desde distintos puntos de vista, los personajes son testigos directos (el patrón y los marineros) o indirectos (cargos políticos y diplomáticos, familiares de los pescadores).
Todos ellos se transformarán como personas, desde el grumete que empieza su vida como marinero como vía para encauzar su futuro (en un guiño a Capitanes Intrépidos, novela de Rudyard Kipling con adaptación cinematográfica de Victor Fleming) hasta los que en un inicio se oponen al rescate para seguir pescando, ya que al fin y al cabo es el sustento de sus familias.
Dirigida con gran acierto, sin excesos de maniqueísmo o sensiblería, por Alberto Ruiz Rojo, con un magistral elenco formado por Luis Tosar, Sonia Almarcha, Blanca Portillo, Víctor Clavijo, Lamine Thior, Álex Monner, Alfonso Lara, Carlos Serrano, Ramón Ródenas, Eva Marciel y Pau Durá, La Ley del Mar es una serie que sin duda os recomendamos ver.
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