En este tiempo de escasos estrenos en la gran pantalla, A Contracorriente Films es de las pocas distribuidoras que nos siguen dando buenos motivos para acudir a las salas de cine, donde la magia, al apagarse las luces, nos transporta a otros lugares, otras épocas, otros mundos… O todo a la vez.

En esta ocasión nos trae, restaurada en 4k para celebrar su centenario, El Chico, primer y exitoso largometraje de Charles Chaplin estrenado en el famoso Carnegie Hall (New York City). Charlot en estado puro, con su andar inconfundible, sus gestos y movimientos con el bastón, adoptados de Marcelino, «el Chaplin español». Su maestro.

Una de las pocas  películas de Charles Chaplin con un final positivo, que nos reconforta y enternece. Sin embargo, y pese a los detalles hilarantes a lo largo de todo el mudo metraje (genialidades que más tarde adaptarán otros cómicos como Marcel Marceau), hay momentos duros que nos invitan a reflexionar aunque sea unos segundos. El abandono de un hijo por parte de su madre al inicio, penurias que pasan Chaplin y su hijo adoptivo o el intento de separación de ambos para llevar al niño a un hospicio. Desafortunadas peripecias que nos harán reír y soltar alguna lágrima, como advierten los intertítulos iniciales, en un filme con cierto aroma autobiográfico, (recordemos que no tuvo Charles Chaplin una infancia, una vida familiar, fácil, algo que supo reflejar muy bien en su personaje a lo largo de toda su carrera). Risas pero un sentimiento melancólico que tanto atraía a la gente.

El final feliz, en el que los dos protagonistas se reencuentran, llega tras una onírica secuencia en la que cae un desahuciado Chaplin ante la puerta de su casa, a la que no puede entrar.

Cabe destacar no solo el talento para escribir, dirigir y actuar de Chaplin, de sobra conocido, sino también el del propio Chico, Jackie Coogan, con quien el propio Charles hizo muy buena amistad tanto durante el rodaje, llevándole a ferias los fines de semana para entretenerle y hacer que entre ambos personajes fluyera la química «padre-hijo», como en los años posteriores. Un talentoso actor que siguió actuando (incluso tras su participación destacada en la IIGM por sus actuaciones en la campaña Asia – Pacífico) hasta su muerte en 1984. Fue gracias a la negativa de su madre y su padrastro de darle los cuatro millones de dólares que le correspondían al cumplir la mayoría de edad, y el escándalo que esto supuso, cuando se aprobó en California la Child Actors Bill (Ley de Niños Actores), también conocida como Coogan Act (Ley Coogan).

@EduVicu

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