Este viernes llega a nuestras salas de cine (gracias a Acontracorriente Films) Piedra noche, la coproducción hispano-argentina dirigida por Iván Fund, y el que escribe quedó gratamente sorprendido con una producción de evidente inspiración lovecraftiana, que reflexiona en torno a la pérdida y a la gestión y digestión (con el tremendo desafío mental que ello supone) de tan terrible sentimiento.
La huella del legendario escritor nacido en Providence queda patente en los entornos de la película, parte fundamental de su engranaje y que demuestra la maestría de Fund en el noble arte de la narrativa ambiental. Un pueblo costero en decadencia (que conoció tiempos mucho mejores), esa eterna sensación de pesadez que anida en el corazón de actores y espectadores, la humedad y los tonos grisáceos dominándolo todo… Una tormenta perfecta y eterna.
Personajes bien escritos e interpretados que nos llevan a empatizar con su honda tristeza y ciertas partes crípticas del guion (sobre todo en lo relacionado con el agente inmobiliario interpretado por Alfredo Castro), que huyen de la sobreexposición permitiéndonos interpretar por nuestra cuenta y riesgo esa subtrama, completan una obra muy recomendable para amantes de los films pausados y oníricos, que crean que se puede mezclar la tristeza con la momentánea necesidad de ver la vida desde los ojos de un niño.
PD: mis respetos al maestro Nacho Vegas, al que he «pedido prestado» el título de una de sus canciones para titular esta crítica.
Poco más puedo añadir a la crónica compartida con Juanlu, al igual que el Vermú Cultural donde os hablamos de este filme hace unos días. La soledad, el drama de la desaparición de un niño imaginativo, lo misterioso y la decadencia, con una maravillosa fotografía y diseño de producción en general que nos atrapa sin remedio en este «pesadillesco thrilledrama», que nos dará algún que otro escalofrío. Lo real y lo onírico se entremezclan, dejándonos, como decimos, a los espectadores para decidir cual es la verdad de esta horrible, triste, plomiza humedad asfixiante.
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