No sé que tiene la mar
que se mueve sin parar
para adelante, para atrás.
Parece que está borracha
que está borracha de sal,
por eso tiene resaca
y vomita en sus orillas
lo que traga en alta mar.
Esa noche se tragó
a un pescador que salió
con sus redes a pescar.
Le ha vomitado en la arena
y le encontraron de día,
unas gentes del lugar.
Una mujer se arrodilla
junto al cuerpo yerto y frío,
llorando desconsolada
gritaba ¡mala mar!
¿Por que tienes que matar
a alguien que te quería?
Pues aunque de ti vivía
no te hacía ningún mal.
Ya no quiero vivir más
en las orillas del mar.
Iré a vivir tierra adentro
en un bosque, en un desierto,
en las montañas nevadas
o en una selva dorada,
lejos de ti, mala mar.
No quiero ver más tus aguas,
tus aguas llenas de sal.
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