Una vez más, David Serrano se pone la frente de un musical, género que domina, ya sea en teatro o en cine.
Hace veinte años, David Serrano nos asombró y deleitó firmando el guion de El otro lado de la cama y este doce de agosto de 2022, llega a nuestras salas de cine, gracias a Sony Pictures, Voy a pasármelo bien. Película dirigida y coescrita (junto a Luz Cipriota) por él.
Una historia entretejida en los recuerdos del grupo de amigos formada por David (Raúl Arévalo), Layla (Karla Souza), Paco (Dani Rovira), Luis (Raúl Jiménez) y Fernando “El cabra” (Jorge Usón), Almudena (Teresa Hurtado de Ory) y sus alter ego treinta años antes, en 1989: Izan Fernández, Renata Hermida Richards, Rodrigo Díaz, Rodrigo Gibaja, Michel Herráiz y Gabriela Soto Belicha.
El filme arranca cuando David se entera que su primer, y hasta la fecha gran amor, vuelve a Valladolid con motivo del afamado festival de cine. Layla se ha convertido en una exitosa directora de cine. Con muchos nervios ante el rencuentro, David quiere juntarles a todos y vuelve a octavo de E.G.B., a ese curso de 1989, cuando “Los Pitus” deciden dejar de ser los pringados de clase. Para intentarlo vivirán una serie de peripecias ayudados, al principio con cierto reparo, por el repetidor Fernando “el cabra”, temido hasta por los matones. Y, lo más importante, David conocerá a Layla, acérrima seguidora como él de los Hombres G.
En un bonito y muy sentido homenaje a este eterno grupo, cumbre del pop español, cuyas letras bordean lo canalla, lo satírico y lo burlesco, David Serrano nos invita a una vuelta a nuestro pasado. Al menos al de toda una generación que vivimos los últimos coletazos, en cierto modo aun cautivos, de la rebeldía ochentera.
Con mucho ritmo, colorido, frases memorables (sobre todo las coletillas llenas de rimas que usa Luis, tipo “te sales, minerales”) y un elenco lleno de desparpajo y naturalidad (especialmente los niños, una de las positivas sorpresas de la película, ya que “su versión adulta” son de sobra conocidos), David Serrano compone un musical que no nos dejará ni inmóviles en la butaca ni indiferentes. Sin duda, las situaciones planteadas y los diálogos contrarrestan lo previsible de la historia, que no obstante puede llegar a ser tan real como la vida misma.
Desde el inicio hasta el fin, escena post créditos incluida, nos sacarán risas, el buen ánimo y ganas de bailar como descosidos al son de los inmortales, incombustibles, Hombres G capitaneados por David Summers quien, gracias a Voy a pasármelo bien sigue, de alguna manera, los pasos de su padre, el genial Manuel Summers.
Como bien dice el título, encerrarse en una sala de cine para refrescarse este muy caluroso verano con esta película es una forma segura de pasarlo bien. Más que bien. Como ya os decía en el último Vermú Cultural de esta primeriza temporada, en nuestro canal de YouTube, os la recomiendo ¡a tope!
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