El equipo formado por Adil El Arbi y Bilall Fallah vuelve a ponerse tras las cámaras para traernos una nueva aventura de Mike y Marcus, en esta nueva Bad Boys: Ride or Die. Parafraseando el conocido dicho, “de tal Jerry Bruckheimer, tal astilla”. Mucha acción, un ritmo trepidante y un fastuoso espectáculo de efectos visuales. Si disfrutaste con la original de 1995, Will y Martin te harán pasar, sin lugar a dudas, un buen rato.
Ver a Will Smith y a Martin Lawrence continuar con sus habituales rutinas cómicas, esta vez más centradas en los achaques de la edad, es un tique para viajar al pasado, cuando uno iba simplemente a disfrutar del cine, sin tener que pararse a pensar si lo que veía tenía demasiado sentido o no. Uno se sentaba, veía la película y desconectaba durante algo más de 90 minutos. En eso consistía el cine.
Acción, risas, exaltación de la amistad y la nueva espiritualidad del personaje de Martin Lawrence, que sufrió al comienzo del filme una experiencia cercana a la muerte, son el vehículo que te lleva a aquel rincón de tu cerebro, y que tanto echamos de menos. ¿Dónde están aquellas películas que veías en cine, después alquilabas en el videoclub y finalmente la veías con renovado interés una vez que se estrenase en televisión? Bad Boys: Ride or Die, para lo bueno y para lo malo, rezuma ese aroma de los 90 que a veces echamos tanto de menos.
¡Así sí, Will!
Fresón rebelde
Para comentar debe estar registrado.