Año de infausto recuerdo, con todo 2020 nos deja obras cinematográficas de altísima calidad que permanecerán imborrables en nuestra memoria. Como es tradición, el equipo de Beat4people se ha reunido para elaborar el repaso de las 5 mejores películas del año, basado como es evidente en sus opiniones personales.
Juan Luis Barbero (@Juanlu_num7)
-Mank: todo un homenaje al Hollywood de los años 30 y 40 a cargo de David Fincher, reivindicación el decisivo oficio de guionista y trufada de referencias que encandilarán a los muy cafeteros.
https://beat4people.com/index.php/2020/12/10/el-regalo-de-los-fincher/
-Hillbilly, una elegía rural: Ron Howard dirige la adaptación del best seller autobiográfico de J.D.Vance. Una bellísima historia de amor familiar apoyada en las portentosas (y altamente oscarizables) interpretaciones de Glenn Close y Amy Adams. Imprescindible.
-Soul: Pixar vuelve a cotas que no alcanzaba desde Up. Posiblemente la obra más adulta del estudio, con una animación apoyada en el CGI que fija un nuevo techo en la industria. Un mejorable último acto empaña el conjunto.
-El juicio de los 7 de Chicago: el segundo largometraje de Aaron Sorkin como director (tras la interesante Molly´s Game) recrea con minuciosidad el juicio derivado de los hechos acaecidos durante la convención demócrata celebrada a finales de agosto de 1968. La maestría de Sorkin en el guión está presente, así como un puñado de muy buenas interpretaciones a cargo de su potente reparto (Eddie Redmayne, Sacha Baron Cohen, Joseph Gordon-Levitt…).
-Color Out Of Space: una de las mejores traslaciones de un relato de H.P. Lovecraft jamás vistas en la pantalla grande. Richard Stanley se toma merecida revancha de su despido en 1996 durante el rodaje de La Isla del Doctor Moreau. Visualmente arrolladora.
https://beat4people.com/index.php/2020/08/17/el-color-del-horror/
Eduardo Sainz de Vicuña (@EduVicu)
Sin repetir los acertados títulos de Juan Luis, especialmente Mank y Color Out of Space, aquí os dejo mi selección de la escasa cosecha del 2020.
– Charles de Gaulle: una heroica película de guerra, aunque lejos del frente, sobre una de las más destacadas figuras políticas francesas del siglo XX. Combinando la vida familiar del general de Gaulle con su insistencia en proseguir la guerra contra los nazis, el resultado es un biopic de obligado visionario en colegios, institutos y facultades de Historia y Ciencias Políticas. Sin mostrar directamente los horrores de la Segunda Guerra Mundial, al igual que El año que dejamos de jugar, nos da una suficiente visión de la agonía y la pesadilla inhumana que deja de sí toda guerra.
https://beat4people.com/index.php/2020/11/18/charles-de-gaulle-el-discurso-por-la-libertad/
–Nuestros mejores años: una oda a la amistad y al amor estrenada en las postrimerías del triste y frío 2020. A pesar de la distancia y los avatares de la vida, (que son muchos en la Italia de los ochenta hasta nuestros días), cuatro amigos tendrán que aprender a perdonarse todos los rencores pasados. Un acierto tanto en el ritmo narrativo como en las interpretaciones.
https://beat4people.com/index.php/2020/12/10/el-camino-de-la-amistad/
Mis tres últimas seleccionadas del 2020, además de la mención a la temporada 2020/21 de Arte en Pantalla, va para tres películas del Festival de Cine Alemán, celebrado este año gracias a la colaboración de Filmin. Si bien esta plataforma colabora todos los años, este año ha sido clave para no interrumpir la cita anual con lo mejor del cine germano.
– Mi final, tu comienzo: genial debut de Mariko Minoguchi, autora del guion, con un interesante ejercicio narrativo que combina dos bellas historias de amor truncado pero a la vez eterno, bordeando la ciencia ficción espacio-temporal, uniendo las leyes físicas (cuánticas, más bien), con las casualidades, si es que existen.
– Nada más perfecto: una historia para adolescentes, sobre su difícil etapa en la vida y la impuesta necesidad de triunfar en las redes sociales. Ser alguien exitoso o marginarse hasta bordear el suicidio.
Maya, una joven de dieciséis años y con padres separados, busca la manera más poética y llamativa de suicidarse, accediendo a la web «La muerte por vergüenza», (death-lover.com) hasta que conoce a un joven dealer y estudiante de medicina (obligado por sus padres) que dará un giro a su vida. Él enseñará a Maya que, en su caso, la vida es un juego y que tienen que relajarse y jugar bien, por la cantidad de gente, como los que viven en los slums de la India, que no pueden. El resumen, en dos frases, sería: «Solo vivo uno puede cambiar las cosas. Carpe diem, pero con cabeza».
– TKKG: termino con el público infantil, más concretamente entre el preadolescente. TKKG es el nombre del equipo de Tim, el intrépido y aspirante a ingeniero becado en un lujoso internado; Willie (alias «Kloschen» -albóndiga-, el hijo de un poderoso magnate; Karl, el experto en tecnología y Gaby, la hija de un inspector con mucho olfato.
La película versa sobre ese momento en la vida, también difícil, en el que empiezan los primeros amores y las primeras tomas de decisiones que pueden marcar el resto de nuestras vidas. Obviamente exagerada la aventura, pero con un trasfondo vitalista que busca enseñarnos cómo integrarnos en en un entorno en el que te ves inmerso sin buscarlo así como la importancia de la amistad, (la pandilla), para resolver los problemas y conflictos familiares.
Roberto Pecina
Me lo han puesto difícil el resto de mis compañeros, pero espero no defraudar a nadie con mis dos elecciones:
– Judy: Interesante apuesta cinematográfica de los últimos años de la archiconocida Judy Garland, los cuales eran desconocidos para el que suscribe esta crítica. Lo que más me sorprendió fue la interpretación de Renée Zellweger en el papel de la protagonista, muy alejada de su faceta cómica de Bridget Jones. La vi en VO y merece la pena.
-Soul: La verdad es que me ha vuelto a sorprender la película del binomio Disney-Pixar. Al principio, me costó conectar con la historia (un poco filosófica) pero, poco a poco, iban pasando las imágenes, y empecé a interesarme por la película hasta que consiguió emocionarme. Es difícil tratar un tema tan etéreo ya de por sí, pero si encima lo haces con dibujos animados, la dificultad aumenta -al menos, yo lo veo así-, y el resultado ha sido magnífico, al ser capaz de transmitir el mensaje. Posiblemente sea una película de dibujos más pensada para el público adulto que para el más infantil, al que le cueste captar algunas de las esencias del mensaje que trasmite. En cualquier caso ¡chapó al director!
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